jueves, 31 de marzo de 2011

Por las nuevas hojas.

A veces no todo sale como esperas, un día cuando piensas que no puede haber nadie más feliz que tú llega esa noticia que hace que los ojos se te llenen de lágrimas, que hace que te sientas a morir, que todo por lo que has luchado, todo por lo que has intentado vivir, todas las horas en las que le has amado tanto se desvanezcan como la niebla en la mañana, en un abrir y cerrar de ojos ya no hay nada que ver, ya no hay un amor, ya no hay una amistad, ya no hay sentimientos. Solo hay un vacío que te oprime el pecho. Que no te deja pensar claramente, solo te deja ver un agujero oscuro del que piensas que hoy por lo menos no sales. Todos estos sentimientos tan amargos es lo que se siente cuando alguien te dice: No. Cuando alguien te dice que ahora siente algo por otra persona y que todo el amor que un día sintió por ti se ha desvanecido como las nubes de fuego al atardecer. El día que ocurre eso puedes pensar una cosa, tú vida tal y como creías ha dado un giro de ciento ochenta grados, pero no debes hundirte pensando en lo que has vivido. Debes sonreír pensando en las hojas en blanco que se escriben tras las escritas anteriormente.

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