Porque no me decido entre odiarte o quererte.

Por cada noche que me hiciste reír. Por cada noche que me hiciste la persona más feliz del mundo entero. Por cada noche que me quisiste tanto. Por esas noches en las que siempre tenías algo nuevo para sorprenderme. Por esas noches en las que me abrazabas y no necesitaba nada más. Por esas noches en las que tu mirada me hacía grande. Por esas noches en las que un simple: “te quiero” conseguía que mi corazón se acelerase. Por todas esas noches en la que me hiciste llorar. Por todas esas noches en las que aprendí  a añorarte. Por todas esas noches en las que te necesitaba. Por todas esas noches en las que deje de tener el corazón en mi pecho. Por todas esas noches que te necesité y no estuviste. Por todas esas noches aprendí a odiarte, después de haber aprendido a amarte. Por todas esas noches en las que me engañé pensando que te odiaba mientras te quería más que nunca.